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Según Sean Goodman y Matt Grove, gerentes del Segmento Regional de Seequent, las nuevas técnicas de reconocimiento y de subsuelo pueden ayudar a reducir el costo de los materiales, de la fabricación, del transporte y de la instalación.

Este año, hubo una sensación cada vez mayor de que la industria eólica ha entrado en una nueva época y menos certera, en términos económicos y políticos. Las empresas están reduciendo la inversión en nuevos proyectos a medida que la inflación en los costos empeora y las consecuencias a largo plazo de la pandemia de Covid y la reciente crisis energética se hacen sentir hasta hoy.

Entretanto, los contratos fijados con precios de electricidad bajos establecidos por el gobierno parecen cada vez más inviables para las juntas directivas de todo el mundo, al mismo tiempo que las subvenciones y las exenciones fiscales se están desvaneciendo.

Pero en Seequent, creemos que la industria cuenta todavía con vientos favorables y que las nuevas tecnologías y soluciones tienen el potencial para ayudar a abordar el costo y los problemas de inflación que aquejan al sector. Veremos estos más adelante.

Costos mayores implican tener mayores precauciones

Las organizaciones están tomando decisiones inesperadas y, en algunos casos, sin precedentes para enfrentar estos factores, quizás con mayor medida en el Reino Unido. La decisión del gigante del mar sueco Vattenfall de suspender su parque Norfolk Boreas, de 1.4 GW, en el Mar del Norte (que ganó apenas el año pasado) sorprendió a la industria y significó un duro revés para las ambiciones ecológicas del país.

Apenas unas semanas antes, estas pretensiones habían sufrido un vergonzoso golpe cuando la licitación de contratos para energía eólica marina del gobierno se encontró con un hondo silencio. No se realizó ningún contrato para proyectos de energía eólica marina y los expertos de la industria dan como culpable al precio de base de £ 44 por megavatio por hora que se estableció para la subasta. (Y con el trasfondo de un impuesto británico que se implementará sobre las nuevas centrales de energías renovables). Los analistas sostuvieron que esta cifra irrealmente baja e influenciada por cuestiones políticas no tuvo en consideración los aumentos en los costos y la creciente reticencia de la industria a poner en riesgo su futuro económico. Y esto no es de ninguna manera un fenómeno exclusivo del Reino Unido.

No se necesita a Sherlock Holmes para determinar que el aumento de los costos es un problema. Lo es para todo el mundo. ¿Pero qué fue lo que creó ese cambio tan abrupto en las sensaciones de toda la industria?

En parte, es la brocha gorda con la que la inflación ha pintado al sector. Demasiados elementos han sido afectados por los aumentos en los precios, desde las materias primas hasta los componentes de las cuchillas, la contratación de embarcaciones y de personal, e incluso el aceite que se usa como lubricante para los motores. Los aumentos de precios se encuentran por todos los rincones e invariablemente por encima de la tasa de inflación.

Los proyectos que ya están en marcha han acaparado la mano de obra experta, por lo que hay escasez de personal calificado a lo largo de todo el ciclo de vida: desde los estudios en las primeras etapas y la geotécnica hasta la construcción y el mantenimiento a largo plazo. Los barcos también escasean y no se ven señales de un aumento de ninguno de estos recursos en el futuro cercano. Por eso no es extraño que las empresas estén reformulando sus planes, especialmente en estos tiempos en el que los gobiernos están llevando a los precios mínimos de electricidad en la dirección contraria.

Razones para ser optimistas

¿Por qué creemos entonces que la industria está aún en un buen lugar para recuperar el impulso y marcar una diferencia importante en la búsqueda de energía sostenible?

Para empezar, sobran lugares en el planeta en donde se puede colocar una turbina eólica. No estamos en la misma posición en la que se encuentran las industrias mineras y de hidrocarburos, donde los recursos se han reducido en gran medida y la exploración es cada vez más desafiante.

Si bien es cierto que algunas de las ubicaciones de aguas poco profundas ya no están disponibles, muchos de los problemas que diez años atrás podrían haber afectado los planes ya no son tan determinantes (por ejemplo, fondos marinos más profundos y un subsuelo más difícil). (En esta área, Seequent ha trabajado de cerca con la industria para crear soluciones).

En la última década, la tecnología de sensores para evaluar estos desafíos se ha desarrollado increíblemente, logrando en solo una o dos pasadas lo que antes podría haber llevado una semana de investigación. También ha avanzado el software para analizarlo, en cuanto a velocidad, manejo de datos y facilidad de uso e interpretación. Mientras que en el pasado el descubrimiento de arcilla en el subsuelo podría haber descartado una zona por ser inadecuada para instalar una turbina, hoy en día, contamos con un análisis detallado para observar el tamaño del grano y para diseñar el tipo ideal de pilote o cimiento que se necesita para que funcione. (PLAXIS Monopile Designer de Seequent fue específicamente creado para abordar estos tipos de desafíos y para ayudar a disminuir los costos del acero, la fabricación, el transporte y la instalación).

Repensando algunos de los enfoques iniciales

También es cierto que los parques eólicos marítimos contaban con cierto grado de sobreingeniería, ya que las consecuencias de que se inclinaran o se derrumbaran hubieran sido desastrosas. Hoy en día, entendemos mejor los riesgos que se presentan en el subsuelo y tenemos una comprensión más acertada de cómo diseñar para evitarlos.

Todo esto indica que existen mejores oportunidades para que la industria eólica reduzca los costos; para estudiar, diseñar, planear y construir más eficientemente; para usar menor cantidad de materiales de una forma más económica; así como para expandir hacia las áreas que antes se consideraban demasiado riesgosas desde el punto de vista técnico.

Para alentar de nuevo las ambiciones de la industria tienen que suceder dos cosas: el costo de la construcción debe disminuir y la facilidad de la construcción a escala debe aumentar. Mientras que las industrias del petróleo y del gas solo pueden perforar un pozo, la industria eólica necesita construir cientos de turbinas para que el modelo de negocio funcione. Por lo tanto, necesita construir a escala y rápidamente, de manera que el tiempo entre la inversión y la obtención de ganancias sea más corto.

En los blogs siguientes, veremos las formas en las que Seequent, y en particular Leapfrog Energy, pueden ayudar a que eso suceda.